sábado, 7 de agosto de 2010

Secretos del mar

Flotaba en el mar de marea alta.
Como si nunca hubiera existido.
Era un cadaver, no tenìa sexo ni rostro.
Un alma errante y sin vida.
En su epitafio marino se leìa:
Naciò y muriò, pero nadie lo conocìa...

Gladys Goldszteyn.


No hay comentarios: