lunes, 31 de enero de 2011
viernes, 28 de enero de 2011
Almas
Corren, van,
desaparecen,
lejos de allí.
Otros puentes,
otros paisajes,
otros senderos.
Cielos diferentes,
estrellas ausentes,
soles candentes.
Costumbres
de otra gente.
Caminos adyacentes,
transportando almas vivientes.
Entre si tan diferentes,
con un presente en común.
Almas que se encuentran
necesitándose.
Se desencuentran…
Sin motivo y sin final…
Gladys Goldszteyn.
miércoles, 26 de enero de 2011
lunes, 24 de enero de 2011
sábado, 22 de enero de 2011
jueves, 20 de enero de 2011
A la ciudad que amo.
Enamorada de ti
llegué a tu puerto.
Mis nostalgias montevideanas
me devolvieron después,
a mis natales orillas.
Pasaron los años y enamorada aún,
obstinadamente volví
Trepé a tus buses, enfrenté tus avatares.
Admiré el paisaje ciudadano inolvidable.
Tus calles y avenidas las caminé incansablemente
Tus tentadoras luces me llenaron de encanto.
Disfruté tu aroma y tu sabor a tango
Tus estrellas que guiaron mis pasos,
iluminaron el encuentro con la felicidad.
Al igual trajeron dolor y desencanto.
Enamorada de ti prosigo,
como si allí hubiera nacido .
Me has devuelto tantas veces a otros sitios y caminos,
que por fin entiendo, no haberte merecido.
Andando en la lejanía te evoco eternamente,
pero ya no serás mía.
En recuerdos fulgurantes y frondosos,
serás siempre esa eterna melancolía.
A veces me pregunto si brillas todavía...
O solo te piensa mi mente, obstinada e imaginativa …
Gladys Goldszteyn.
martes, 18 de enero de 2011
Pequeñas cosas 1.
Encandilándome a través del vidrio,
me acaricia por la mañana.
Cegándome me da su calor
deslumbrándome ante tanta vida.
Energía invernal, me busca,
la encuentro, nos ensamblamos.
Me calienta el alma,
ante tanto hielo a mi alrededor.
Cicatriza las heridas,
que el tiempo no cerró.
Adoro el sol en los días de invierno
y ese rayito esperanzador.
Que me hace sentir:
¡Que la vida vale la pena!
Gladys Goldszteyn.
sábado, 8 de enero de 2011
Tarde mojada.
Lluvia que entristeces, melancolía que envuelve.
Llueve en mi alma tanta desolación.
Llueve en la sin razón de los silencios.
En las respuestas obviamente eludidas.
En los mensajes ignorados
En las letras escatimadas.
En las llamadas casi anuladas
En las miradas divagadas.
En las visitas espaciadas
Llueve en su corazón
pena y dolor, lo se.
Esperanzas aguardan…
Llueve el cielo.
Llueve el alma,
porque lo amo.
Aunque jamás,
me pertenezca…
Gladys Goldszteyn.
jueves, 6 de enero de 2011
Mìo.
Dibujo el contorno de tu rostro.
Beso tus ojos, tus sienes, tus mejillas,
la caprichosa comisura de tus labios.
Por fin llego a tu boca,
en donde me pierdo entre tus juegos.
Caricias de labios que juegan,
que se encuentran, adentrándose
uno en otro, para buscarnos el alma.
Yo se que el alma se encuentra en nuestras bocas.
Abrazados juntamos nuestros cuerpos.
Nuestra piel se estremece,
en el roce mágico del acercamiento.
Tus manos me recorren suavemente.
Y se plenamente que te amo, desde la piel,
y hasta la luz interna que emana de mis silencios,
que estas en medio de mi pecho henchido.
Entras en mis entrañas con total delicadeza,
entre susurros y suspiros.
La cadencia del movimiento sensual embarga los sentidos.
Decimos amarnos, no separarnos nunca más.
De pronto frenéticamente todo estalla,
nuestro entorno se mezcla con el sonido del teléfono.
Despierto, tu voz del otro lado me dice:
Que lo sucedido es tan solo mío…
Gladys Goldszteyn.
Beso tus ojos, tus sienes, tus mejillas,
la caprichosa comisura de tus labios.
Por fin llego a tu boca,
en donde me pierdo entre tus juegos.
Caricias de labios que juegan,
que se encuentran, adentrándose
uno en otro, para buscarnos el alma.
Yo se que el alma se encuentra en nuestras bocas.
Abrazados juntamos nuestros cuerpos.
Nuestra piel se estremece,
en el roce mágico del acercamiento.
Tus manos me recorren suavemente.
Y se plenamente que te amo, desde la piel,
y hasta la luz interna que emana de mis silencios,
que estas en medio de mi pecho henchido.
Entras en mis entrañas con total delicadeza,
entre susurros y suspiros.
La cadencia del movimiento sensual embarga los sentidos.
Decimos amarnos, no separarnos nunca más.
De pronto frenéticamente todo estalla,
nuestro entorno se mezcla con el sonido del teléfono.
Despierto, tu voz del otro lado me dice:
Que lo sucedido es tan solo mío…
Gladys Goldszteyn.
domingo, 2 de enero de 2011
Simplemente
Mis pájaros libertarios
los jazmines perfumados
de la infancia, la juventud, el ayer.
Los pájaros nostálgicos
de mi ciudad natal.
Nacen en diciembre,
vienen en ramitos,
no necesitan más.
Cuando me falle la memoria,
los iré a buscar.
Me embriagaré de sus olores ciudad.
Volveré un ratito
para ver tus pájaros libres,
y mis pájaros muertos, en soledad.
Volveré para cargar en mi maleta
tus aromas,
por si me falla la memoria,
aquí en la distancia…
Volveré para no olvidarme,
de la nostalgia,
ni del perfume,
de niña hoy mujer.
Y para volar nuevamente
con tus pájaros como ayer.
Gladys Goldszteyn.
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