De
repente y ya casi al oscurecer, el barrio se queda en penumbras. ¿Qué hace una
persona sola a la luz de una vela?... Mira por la ventana, los chicos chapotean en los charcos que dejó la lluvia antes de que la tarde muera de agonía. Las penumbras le van ganando a los ruidos, y los ruidos
se apoderan del silencio. Desde la mesa en dónde escribe, el gato curioso ya
investigó a la vela, mientras que con la patita, mueve la lapicera. Dos vecinos
en la calle polemizan si vendrán a reparar. Ya hubieron varios amagues de
querer volver la luz, pero mueren en el intento, como sin fuerza. Las sombras se colgaron de las paredes, las palabras danzan en el aire oscuro su claridad, y nace un poema. ¿Qué hace una
persona sola a la luz de una vela?... Escribe y escribe, y en el intento de crear
aplaca soledades y espera…
Gladys
Goldszteyn