lunes, 22 de noviembre de 2010

Barcos de papel.

Yo estaba y tu las ganas.

Yo estaba y tu los miedos.

Yo estaba y tu el deseo.

Yo estaba y tu en tormento.

Yo estaba alimentando una ilusión.

Con el corazón abierto.



Y se intentó distancia.

Y no nos mató el olvido.

Y nos hundió el martirio.

Y la soledad de no poder ser.

En medio de un mar de nada.

Fuimos pereciendo.

Como barcos de papel.


Gladys Goldszteyn.

 

jueves, 18 de noviembre de 2010

Angeles de amor

Y fue bello.

Despertarlos, removerles,

los sentimientos dormidos.

Ilusionarlos como a niños.

Dormirlos entre bambalinas,

abrazados a la almohada
del mañana.

Verlos soñar desatinos

Y no tanto…

Pero hay destinos.

Que ya están marcados…

Y yo que soy el vuestro

Juego con ello...


Gladys Goldszteyn.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Aviones

Aviones pájaros de acero en vuelo.

Atravesando los cielos, penetrando las nubes, acariciando estrellas,
movilizando lunas y soles.

Susurrándole al universo, buscando la puerta hacia el eterno.
Transportando almas, tendiendo puentes, entre los cielos.
Propiciando encuentros,
de padres, de hijos, de hermanos de amores.
Propulsores de felicidad y unión,
en aeropuertos de reencuentro.

Encuentros del desencuentro, de la vida.
Bendecidos sean, preciosa herramienta que inventó el humano.
Aviones que planean, que maniobran, que practican,
que nos defienden, que nos protejen, que pelean.

Los que escucho desde mi cama,
en la eterna noche solitaria, pero no vencida.
Sean benditos mil veces.
Pues constantemente tranportan heridos.
Practican para defendernos.
A pesar, y sin màs remedio...
Entrenan por las noches.
Y nos preparan, para la maldita guerra…


Gladys Goldszteyn.

martes, 9 de noviembre de 2010

Mi calle

Había una vez una calle,
donde todo era alegría.
La de casitas iguales.
La de la vida tranquila.

Balcones enrredados, enmarañados,
entre la chusma vecina.
Malvones y claveles, florecían.
Perfume de jazmines, la brisa traía.

Vecinos de zaguanes,
parloteos de veredas.
Desplegaban perezosos,
mate en mano, cartas y hasta la cena.
Venían tamboriles calle arriba.
Empinados.
Arrastrando penas los negros,
entre candombes, ondulando.

Paredes que guardan mis secretos.
Amores e infortunios.
Idolos de hierro y de barro.
Casamientos, nacimientos e irremediables ausencias.

Despertares, ideales,
promesas urgentes,
lejanas, irrefutables de cambios.
Que hoy se están cumpliendo,
al paso de los años.

De ahí soy yo.
Soy barrio.
Ahí, crecí, jugué, canté,
bailé, amé, sufrí y partí.

Hijos de esa calle,
hemos tenido que marcharnos.
Algunos hoy somos anónimos,
que encendimos el motor de los cambios.

Ironías del destino.
Ya no tendremos retorno,
ni podremos disfrutarlos.

Había una calle
que hoy relata mi memoria
La de don Emilio Reus.
La que ahora es monumento,
y que pasó a ser historia.

Gladys Goldszteyn.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Noche...y amanecer.

Noche cuéntame.
El porque de tantas cosas.
Esas que el sol encandila.
Y no se dejan ver con claridad.

Esas que en la enmarañada selva mundana,
nos confunde, enredados en su trajín.
Esas que el ruido ensordecedor del transito
ahoga, en la gran urbe mundial.

Esas con que la información mentirosas bombardea.
Esas cosas a las que el mundo elude con indiferencia,
por cobardía o comodidad.
Que, constantemente dejamos pasar…

Esas en donde el compromiso debe de ser fuerte,
pero demasiados asumir no quieren.
Esas en donde la justicia muere
ante la indiferencia, casi total.

Noche cuéntame de los porque que aún no tengo…
Cuéntales, traspásalos, ilumínalos a ellos.
Y amanece milagrosa para traer claridad.

Gladys Goldszteyn.

jueves, 4 de noviembre de 2010

La vida, la mùsica y tù.

Se escapa, se escapa.
No deseo correr tras ella.
En su ritmo vertiginoso,
ni un solo segundo vuelve atrás.

Lentos sorbos de sabrosura escapan,
pero otros se dejan atrapar.
Tenues caricias las vibraciones,
vienen por ondas auditivas.

Vienen por energías paralelas.
Símiles y no tanto.
Vienen por que se atraen.
Y ya no se pueden desconectar.


Gladys Goldszteyn.

martes, 2 de noviembre de 2010

Escribo

Escribo no puedo evitar que mi mente te traiga.
Escribo mientras los sentimientos emanan.
Escribo y mi alma te llama.
Escribo mientras mi corazón sangra.
Escribo para olvidarte.
Escribo para ahogarte.
Escribo para ignorarte.
Escribo para borrarte.
Escribo para matar este amor…
Que quisiera que no fuera
Màs que un capricho del alma.

Gladys Goldszteyn.