jueves, 30 de diciembre de 2010

TU




Me sumerges en la oscuridad.


Tu que deberías ser mi luz.

Tu que alumbraste mis sentidos,

dame paz, dame amor.

Para que brillen tu reflejo y el mío,

dando claridad al universo.

Tu voz en el teléfono

acariciando mis oídos,

despertándome, hace que

despliegue mis alas, energizándome.

Diciéndome, diciéndote.

El mejor regalo.

Tan solo palabras,

tan importantes para mis oídos,

como el amor que tengo guardado,

tan solo para ti.


Gladys Goldszteyn.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Dècadas




A medida que pasan las décadas, cumplir años se hace mas difícil.

Comenzamos a añorar los jóvenes años, en que arrasábamos con el presente, y el futuro era todo una proeza. Ahora valoramos cada detalle positivo de nuestro dìa a dìa, y de los no tanto, aprendemos. Ya no podemos hacer algunas cosas que nos gustaban, cuando transcurrían esos hermosos y jóvenes tiempos. Pero podemos otras, tan disfrutables, apreciadas y más valoradas que antes. Hacemos lo que podemos, con toda la mágica experiencia adquirida. A los que nos gusta transgredir: Nos sabemos mas sabios. Conservando intactos nuestro joven sentir. Apasionados y comprometidos con las distintas situaciones de la vida. Es esa misma bendita y apasionada transgresión, lo que nos mantiene eternamente jóvenes en el espíritu. Y nos permite enamorarnos de la vida como cuándo cumplimos 15 años.
Gracias a ella por tantos momentos de felicidad, y por los que vendran...


Gladys Goldszteyn.



miércoles, 22 de diciembre de 2010

El niño y la luna




Esta es la historia de Juanito, un niño como cualquier otro.
Pero no tanto, ya que es un niño muy inteligente para su edad, y con pensamientos demasiado elevados para la misma. De forma contraria a sus compañeros de colegio, en donde alguno que otro estaba enamorado de su maestra o de su compañerita de banco, Juanito estaba enamorado de la luna. Blanca, bella y esplendorosa, solía sentarse al borde de su ventana, y por las noches contemplarla, al menos un rato, antes de irse a dormir. Le iba descubriendo rasgos de una cara femenina: aparecían las cejas, los ojos, la nariz y la boca, y cada noche observaba una expresión diferente en ella. A veces parecía que lloraba, a veces que reía, y cada noche la sonrisa era diferente. Sin duda era el rostro más bonito que hubieran contemplado sus ojos, se decía. Se iba a dormir tonto de felicidad, cuando le parecía que lo miraba y le sonreía. Entonces hasta soñaba con ella, se veía en un largo viaje ascendiendo en una extraña nave plateada, como de otra galaxia.
Flotando entre nubes blancas transcurría su sueño, y sentía elevarse infinitamente, pero nunca llegaba a destino. Al despertarse a la mañana, recordaba el sueño, que siempre en mitad del recorrido se desvanecía. Una noche mirándola a los ojos le dijo: sé que me esperas y yo quiero llegar allí alto, donde tú estás para mecerme en tus brazos de lino, pero siempre que te sueño, me quedo en el camino.

Dime mi luna blanca:
¿cómo puedo hacer para llegar
donde tu inalcanzable manto me envuelva
y besar tus ojos de perlas?...
Dime mi bella novia blanca:
¿por qué no te alcanzan ni las estrellas?...
Y dime,
¿cuándo construirán naves en la tierra
que me lleven fácilmente donde tu estás?...
Y en eso anda Juanito, probando formas de mirar y concebir el mundo.

Gladys Goldszteyn.


jueves, 16 de diciembre de 2010

Anhelos.





Quisiera me acaricies
y no estas.
Quisiera acariciarte
y no te tengo.
Quisiera de tus mimos
y los míos.
Quisiera me endulzaras los oídos,
susurrándome, susurradote.
Quisiera que me beses,
me recorras.
Como yo lo haría aquí si te tuviera.
Quisiera que parásemos el tiempo,
por lo que hemos perdido.
Para disfrutar más,
por lo que no hemos podido.
Quisiera me estrecharas en tus brazos
y dormirnos.
Quisiera poder tantas cosas,
que jamás han sucedido.
Quisiera no reprimir este amor,
que me caló hasta los huesos.
Quisiera te entregaras a el,
porque sin ti ya no puedo.

Gladys Goldszteyn.

lunes, 13 de diciembre de 2010

De luna y guitarra



Guitarra y luna solitarias
suenan sus acordes enamorada.
Noche rasgada de estrellas
entre notas suburbanas.

Plata reflejando el río
destellos de su mirada.
Dulces acordes serenos
noche de paz y de magia.

Luna perlada y sureña
coquetea con notas rasgueadas.
Guitarra que llora en la noche
por no poder alcanzarla.

Gladys Goldszteyn.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Tarde

                                                
                                              
                                               

                                   Tristeza de no verte
                                  Angustia de no tenerte
                                  Resignarme a perderte
                                  Dolor por lo que no fue
                                 Encuentro con la realidad
                                Renunciar a quererte…
                                Y amarte sin final…


                                                
                                  Gladys Goldszteyn.


jueves, 2 de diciembre de 2010

Brasas



Que estamos haciendo amor
ocupando lechos vacíos de presente.
Pero el mío te guarda en la memoria
entre brasas de amor.
Que pasión tan locamente auténtica
se perdió entre mis sabanas y mis paredes.
Dejando en el aire tu energía y la mía
que no se diluyen en la espera.
Que ganas de verte amor.
Que deseo ahogado que explota,
en partículas, en sentimientos encontrados, en extrañarte, amarte y recordarte.
La furia de tantos besos y caricias abortadas, no empañará ese recuentro anhelado.
Te juro se harán realidad nuestros encuentros postergados.
Y ese día nadie podrá apagar el fuego de nuestras brasas.                                                                                
                      
Gladys Goldszteyn.