Una palabra hiriente
lacera, atraviesa,
embravece o paraliza.
Una palabra sincera,
aclara un mar de dudas.
Una palabra de amor,
reconforta, oxigena, energiza.
. Una palabra para
bien o mal,
lo cambia todo.
Una palabra dicha
en el momento justo,
renueva una vida.
Una palabra a tiempo
evita dolor.
Una palabra clara,
transparente, apacible,
puede abrir el cielo.
Una palabra acertada,
valiente, verdadera,
comprometida.
Puede salvar al mundo.
Gladys Goldszteyn.
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