jueves, 6 de enero de 2011

Mìo.

Dibujo el contorno de tu rostro.

Beso tus ojos, tus sienes, tus mejillas,

la caprichosa comisura de tus labios.


Por fin llego a tu boca,

en donde me pierdo entre tus juegos.

Caricias de labios que juegan,

que se encuentran, adentrándose

uno en otro, para buscarnos el alma.

Yo se que el alma se encuentra en nuestras bocas.

Abrazados juntamos nuestros cuerpos.

Nuestra piel se estremece,

en el roce mágico del acercamiento.

Tus manos me recorren suavemente.

Y se plenamente que te amo, desde la piel,

y hasta la luz interna que emana de mis silencios,

que estas en medio de mi pecho henchido.

Entras en mis entrañas con total delicadeza,

entre susurros y suspiros.

La cadencia del movimiento sensual embarga los sentidos.

Decimos amarnos, no separarnos nunca más.

De pronto frenéticamente todo estalla,

nuestro entorno se mezcla con el sonido del teléfono.

Despierto, tu voz del otro lado me dice:

Que lo sucedido es tan solo mío…

Gladys Goldszteyn.



2 comentarios:

dany dijo...

una hermosa fantasia
una anhelada realidad
un deseo

G.G.Y.G dijo...

Amor, deseos, anhelos, fantacias. La realidad no existe.