Yo estaba y tu los miedos.
Yo estaba y tu el deseo.
Yo estaba y tu en tormento.
Con el corazón abierto.
Y se intentó distancia.
Y no nos mató el olvido.
Y nos hundió el martirio.
Y la soledad de no poder ser.
En medio de un mar de nada.
Fuimos pereciendo.
Como barcos de papel.
Gladys Goldszteyn.
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