sábado, 26 de noviembre de 2011

DEUDA PENDIENTE


Perdón dijo el muerto riendo pero los jodí de nuevo, por más que mucho me maldigan ya me fui y bien lejos. Y el diablo que lo estaba esperando extendió su mejor mantel, colocó su mejor vajilla, su cuchillo más filoso sobre la mesa y preparó el banquete para un solitario comensal. Él muerto cuando irrumpió en escena supo que había llegado la hora de pagar la cuenta…



Gladys Goldszteyn



¡Dedicado a un muerto de mierda!

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