martes, 18 de octubre de 2011

Cara de niño fortaleza de hombre

Los surcos alrededor de tus ojos no mienten, tu palidez, tu dificultad al respirar, tu debilidad física y tu extremada delgadez, tampoco. Pero tu cerebro y el tenue brillo de tus ojos, nos hablan de lo que has resistido. Cuando declaraste que ocupaste tu tiempo en cautiverio en encontrarte a ti mismo, fue escucharte y aprender de ti. Cuán importante es saber quiénes somos, cuán importantes tus palabras. Ese inteligente razonamiento entre otros, fue la motivación para soportar tanto martirio, estoy segura. Cultivarse como ser humano en busca de tus principios, seguramente te dio la fuerza necesaria. Cinco años y cuatro meses soportando en un agujero oscuro y mugriento, sin ver el sol, la luz del día, la luna y las estrellas, los árboles, las flores, los animalitos. Sin sentir, la lluvia, el viento, las cálidas sábanas de la cama de tu cuarto, el olor de la comida de tu madre, las cálidas manos y abrazos de ellos tus padres, tus amigos, tus seres queridos todos. La calidez del amor humano en todas sus expresiones seguro te habrán faltado, pero el amor que se desprende de tu rostro, fue lo que hizo que todo martirio fuera soportable por encima de todo. Nos das una lección enorme muchacho. Te convertiste sin quererlo en hijo de todos, en el hijo de un país. ¡BRINDO POR TI GILAD SHALIT Y POR LA VIDA!

Gladys Goldszteyn

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