jueves, 28 de abril de 2011

Làgrimas en la madrugada


No sè en què número de corderito entre Lerner y Galeano, Morfeo me envolvió en suerte. Sueño conciso y fuerte. Tanto tiempo sin verte, sin tenerte. Se me borró nuestra despedida de la mente.
Asustadas nos abrazamos. Tantas veces el miedo presente.
Abrazo necesario desde tu universo intimo con sabor a tan poco. Desperté con los ojos bañados en lágrimas.
Donde quiera que estés, no temas. Siempre estaré para protegerte, desde aquí a la eternidad . Mamà querida.

                                                 Gladys Goldszteyn.




2 comentarios:

dany dijo...

QUE HERMOSO PODER REENCONTRARSE CADA TANTO. QUE AFORTUNADO/A QUIEN LO LOGRA. TE FELICITO.

G.G.Y.G dijo...

Totalmente Dany. Fue brebe y quizàs pasaron tantos años desde su ùltima visita, pero sucediò. ¡Bienvenidos sean siempre nuestros muertos queridos!