sábado, 8 de octubre de 2011

Perdón


                                                                                                La flor fecundó
la cuidé
protegí
amé
no fue suficiente.
Me equivoqué
(dejé de regarla
lo suficiente),
como se equivoca
el débil
el atormentado
el confuso.
La flor creció
sus pétalos
están cayendo
se van desparramando
sobre un inexplicable
y macabro juego
de la vida
del destino
La flor debe salvarse
por bella
por buena
por injusto
por inexplicable
por naturaleza
porque la vida
debe triunfar
sobre la fatalidad.
Flor de mis
entrañas
soy yo
la que por ti vive
y hoy pedir perdón
no alcanza.

Gladys Goldszteyn

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