
A veces atravieso tu laberinto.
Quisiera nunca irme y encontrar la salida juntos.
Otras veces huyo decepcionada, ante tanta banalidad. Tu laberinto el que me produce
tu constante inestabilidad, tus contradictorios estados de ánimo,tus miedos y tormentos.
Ese laberinto de tus ojos en mi, pero no tu persona.
Ese misterioso laberinto en el cual no encuentro tu amor, y aún espero...
Gladys Goldszteyn
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